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jueves, 5 de julio de 2007

El tiempo... los relojes... El sol...

Qué es el tiempo... ¿Qué?

Quizás empezamos a llamar “tiempo” a los ciclos de luz y oscuridad que evidenciaban un transcurrir o que lo percibíamos como tal. Día y noche, noche y día un cuerpo iba creciendo y creciendo, las plantas, los animales, todo iba cambiando. Nacía una forma nueva, se mezclaba entre las existentes hasta desaparecer. Entonces se llenaba de tiempo y era el tiempo el que la variaba, la despertaba y la dormía. Todo empezó a tener signos para la comprensión inmediata y no pudimos evitar el Sol, ese que nos marcaba ritmos y empezamos a medirlo. Medidas arbitrarias humanas con formas de relojes intentando atrapar el tiempo. Dominar una acción.

Pero qué es el tiempo ¿Qué?

Abriendo una puerta al tiempo













En el Neolítico se levantaron enormes piedras que permitían prever el cambio de las estaciones y reconocer la dirección de la salida y de la puesta de sol en los días del solsticio.

El monumento de Stonehenge es un calendario astronómico de extraordinaria precisión construido en el II milenio a.C.


Y así empezaron uno tras otro con sus cálculos hasta tal punto de llegar a estimular pensamientos dispersos sobre el tiempo:
"Durante mi infancia, no existía otro reloj que no fuera el de mi estómago. Para mí era el mejor, el más exacto; cuando se hacía sentir, se comía, salvo que no hubiera nada que comer. Ahora, aunque hay alimento en abundancia, se come sólo cuando le place al Sol. La ciudad está llena de relojes solares, pero casi todos los habitantes se arrastran medio muertos de hambre.”
Botica, obra apócrifa de Plauto.


Y qué relojes...






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Hasta en Verona, el rosetón de esta iglesia románica es un reloj nocturno; de esa forma, los monjes en sus rezos nocturnos, podía saber la hora desde el interior de la basílica, observando a través del rosetón la posición de las estrellas



Y fueron apropiándose de espacios y del espacio,

desde aquellos murales tan antiguos,




hasta ocupar plazas, jardines...



















Desafiando los mecanismos y midiendo sombras.

Dibujando pensamientos en ellos
atravesando las ideas en los reflejos...

"Una quaque hora inventa te pingentem aeternitatem."

"La muerte puede sorprenderte a cualquier hora mientras pintas la eternidad."



Bismarck dirigiéndose a Moltke:

-Démonos prisa.
Y Moltke:
-Príncipe, cuando el tiempo corre no va más deprisa que cuando camina.

Y más y más frases que adornan los relojes de sol:

*El tiempo huye irremediablemente
*Nuestros días pasan como la sombra
*El tiempo se lo lleva todo, incluso la memoria
*El tiempo de esta vida no es más que un instante
*La hora más oscura es justo antes del amanecer
*No se puede llegar al alba sino por el camino de la noche
*A la muerte se llega viviendo
*Hay un único lugar en el mundo que transcurre verdaderamente y ese lugar es el tiempo.

Y en fin, Aristóteles decía:
Sentado y reposando el alma se vuelve sabia.

Mientras, el sol nos va marcando el tiempo